LEY MONTERO

El violador de Lérida disfrutó de 10 permisos carcelarios en los que agredió a 12 mujeres

reforma Solo sí es sí
Irene Montero.

Cuando cometió el primer delito que se le imputó, Daniel Padial, el violador de Lérida, sólo tenía 14 años. En el verano de 1999 los Mossos le acusaron de agredir al menos a seis chicas e ingresó en un centro de menores. Se escapó de ese centro a finales de 2000 y en menos de una semana cometió dos violaciones y dos robos por los que fue detenido. Cuando consiguió un régimen de salidas lo aprovechó para nuevas violaciones y como no era mayor de edad se le condenó a cinco años de cárcel y cinco más de libertad vigilada. Luego, el violador de Lérida disfrutó de 10 permisos carcelarios en los que agredió a 12 mujeres.

En 2001 se le autorizó a disfrutar de salidas, primero acompañado de educadores y luego en solitario. Durante los diez permisos que disfrutó entre noviembre de 2001 y febrero de 2002 agredió a 12 mujeres. Volvió a ser detenido y no salió en libertad hasta mayo de 2008, que fue cuando cometió sus dos últimas violaciones, en junio y julio del mismo año. La primera víctima sólo tenía 16 años, la segunda, 17.

Todo ello a pesar de que la Consejería catalana de Justicia advirtió un año antes de su puesta en libertad a la Fiscalía Superior de Cataluña de que Padial estaba a punto de salir a la calle y que iniciaba el cumplimiento de los cinco años en libertad vigilada. Pero de nada sirvió, a pesar de que tenía otro proceso pendiente en un juzgado de Sabadell (Barcelona) por acosar a un joven de un centro de menores. Ahora, debido a la Ley Montero, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña también advierte en un auto de su puesta en libertad.

Es normal que con estos antecedentes la puesta en libertad del mayor depredador sexual que ha conocido Lérida haya generado inquietud y desasosiego, sobre todo entre sus víctimas. Ahora Padial tiene 37 años y queda de nuevo en libertad gracias a la Ley Montero.

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